¿Son realmente inoxidables los “aceros inoxidables”?

¿Son realmente inoxidables los “aceros inoxidables”?

La resistencia a la corrosión del acero inoxidable varía según el grado.

Se podría creer que el acero inoxidable no se oxida, pero te equivocas.

El acero inoxidable se oxida con menos facilidad que otros metales basados en hierro, pero no es literalmente “inoxidable”. Al igual que el acero común, éste puede degradarse y desarrollar decoloración y eventualmente corroerse. La diferencia es la resistencia, el acero inoxidable puede resistir mucho más tiempo antes de mostrar signos de desgaste.

Todos los aceros tienen la composición básica de hierro y carbono, pero a diferencia del resto, el acero inoxidable adiciona a su estructura una buena dosis de cromo (aleación que da al acero inoxidable su exitosa resistencia a la corrosión).

No todo acero inoxidable es igual.

Existen múltiples grados de acero inoxidable cada uno con composiciones y cualidades ligeramente distintas entre sí.

El acero inoxidable debe contener mínimo un 10.5% de cromo. Dependiendo del grado, puede contener niveles mucho más altos e ingredientes adicionales como molibdeno, níquel, titanio, aluminio, cobre, nitrógeno, fosforo y selenio.

Los grados de acero inoxidable más comunes son el 304 y el 316. La diferencia estratégica es la adición de molibdeno, una aleación que mejora altamente la resistencia a la corrosión, especialmente para ambientes salinos o expuestos al cloruro. El acero inoxidable 316 contiene molibdeno, mientras que el 304 no.

Para exteriores, el acero inoxidable es un material ideal resistente a la corrosión, pero solo resistirá la exposición a largo plazo si el grado es el apropiado para el ambiente. El grado 304 es la elección económica y práctica para ambientes expuestos, pero no tiene la resistencia al cloruro del grado 316. El precio levemente más alto del grado 316 es una buena inversión para áreas con exposición mayor, especialmente costas y caminos fuertemente salados y una propuesta aun superior para ambientes aún más agresivos o para una vida amplia por mucho, más amplia, son los aceros recubiertos con fluoropolimeros como el PTFE.

Cada aplicación para el acero inoxidable tiene su propia demanda única y necesita un acero inoxidable que esté la altura de la tarea, podemos asumir que en cuanto al acero inoxidable un grado 304 es la opción más económica y de menor calidad y menor vida útil, seguida con mejor calidad el grado 316 y aun más superior con mayor vida útil, calidad y resistencia a ambientes altamente corrosivos el acero recubierto con fluopolimeros como PTFE, PFA, PP o PVDF.

Resistencia Natural a la Corrosión

La corrosión es un fenómeno natural. Los elementos puros siempre reaccionan con el ambiente a su alrededor, por lo cual hay tan pocos elementos que se encuentran naturalmente en su forma pura. El hierro no es la excepción.

En condiciones lluviosas o húmedas el hierro reacciona con el oxígeno en el agua para formar óxido de hierro (óxido), exponiendo al material a la corrosión.

El acero inoxidable tiene la habilidad innata de formar una capa pasiva que previene la corrosión. ¿El secreto? Cromo.

El cromo reacciona, muy similar a como lo hace el hierro. La diferencia, es que sólo una capa muy fina de cromo se oxidará. A diferencia del hierro, que el óxido se adhiere a las superficies; el acero inoxidable es autorenovable.

Una vez oxidado, el acero inoxidable típicamente se corroe a un paso lento de menos de 0.08 cm por año.

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